Centenario de la muerte del Padre Acevedo
Centenario de la muerte del Padre Acevedo
Escrito por: Tito Estrada M. - Archivero parroquial -
"No hay nada más inconsistente que personas y grupos sin historia. La ignorancia del propio pasado lleva a la crisis y a la perdida de la identidad de los grupos y de las comunidades" Papa S.Juan Pablo II).
EL "PADRE ACEVEDO" EN MANZANILLO Al despuntar el siglo XX Manzanillo tenía más de un siglo de fundado y unos cuantos avances económicos y sociales. Desde la finalización de la era colonial --diciembre de 1898-- la Iglesia Católica en Cuba debió enfrentar fuertes desafíos y asimismo durante la etapa republicana iniciada el 20 de mayo de 1902. Sin embargo, los inescrutables y designios de Dios le abrirían nuevas posibilidades en Cuba y en Manzanillo también. En mayo de 1890 fue designado para nuestra Parroquia el joven sacerdote español Francisci Pérez ACEVEDO, --conocido como el PADRE ACEVED0-- El Sr. Arzobispo Francisco Barnada y Aguilar dispuso que compañara como Coadjutor al célebre Presbítero santiaguero Ismael José Bestard, Cura Propio de "La Purísima Concepción" desde 1879. De inmediato, la recta actuación de este joven sacerdote lo hizo destacar. Esto, sumado a su larga permanencia de 33 años ininterrumpidos, significaron un importante despertar espiritual para los católicos y ampliamente beneficiosa para todos los manzanilleros. Su decidida y santa actuación como "pastor de almas" antes, durante y al concluir la "Guerra de Independencia" fue reconocida por sus preclaras virtudes sacerdotales y como hombre ejemplar. Se consagró completamente al servicio de los más pobres sin establecer distinciones entre los favorecidos por la fortuna, como tampoco por las actitudes políticas agudizadas en el seno de aquella sociedad dividida. Cuando ocurrió la muerte del padre Bestard en 1905 fue nombrado Párroco de Manzanillo. A partir de este momento tomó importantes iniciativas que repercutieron tanto en la ciudad como en el extenso territorio pastoral asignado. Una de éstas fue la decisión de transformar el templo colonial inaugurado en 1843, un hecho ocurrido a los 3 años de producirse el nombramiento del pueblo de Manzanillo como "Villa del Puerto Real". Anticipándose desde 1906, el padre Acevedo emprendió unos cuantos trabajos constructivod para adelantar su más ferviente proyecto: la construcción de una nueva fachada de dos torres estilizadas y la renovación interior del templo. Para lograr su objetivo el PADRE ACEVEDO disponía de algunos fondos colectados entre centenares de manzanilleros obtenidos con su don de gentes y el respeto ganado entre los manzanilleros. Abonó en 1916 los gastos iniciales del proyecto ascendentes a la entonces respetable cifra de 6,123.34 pesos. Las tres colectas realizadas para sufragarlo constan con detalles precisos en un registro especial escrito de su puño y letra conservado celosamente en el Archivo. parroquial. La magna construcción de la iglesia no frenó sus valiosas iniciativas pastorales que hasta ese momento eran varias. Menciono, entre otras: tres nuevas Asociaciones; una Cocina Económica para alimentar a los más pobres durante la cruel "reconcentración" de Weyler y los dos primeros Colegios católicos para la enseñanza de la niñez y la juventud. La publicación en 1908 del "El Granito de Arena" fue el órgano de la Catequesis, actividad pastoral a la que dedicó sus mejores energías. En 1912 logró elevar su matrícula a cerca de 1000 niños de ambos sexos, incluidos los de la ciudad y las zonas rurales. En 1910 inauguró el nuevo edificio del "Convento de las Siervas de María, Ministras de los Enfermos" presentes desde 1896. Éste abarcaba la manzana situada frente al "Parque Masó". La bendita presencia de aquellas religiosas fue gestionada y hechas realidad por sus gestiones en tiempos del Padre Bestard. Adquirió cinco valiosas imágenes sagradas talladas en madera que veneramos los fieles desde hace más de un siglo. Entre ellas destacan las de nuestra Patrona, LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN, expuesta desde 1892; la de NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD, PATRONA DE CUBA y la del SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, situadas entre 1911 y 1912. En 1915 el censo de la población urbana arrojaba 20,880 habitantes. Entretanto estaban en pleno auge numerosas construcciones de edificios y viviendas de distintos estilos arquitectónicos. En este ambiente de progreso acelerado, con la demolición de la antigua iglesia a mediados de 1916, el PADRE ACEVEDO aportaba a la ciudad de Manzanillo la completa transformación de la iglesia colonial. Al carecer de suficientes recursos para concluirla --puesto que el costo del proyecto completo ascendía a más de 22 mil pesos de la época--, puso toda su confianza en la Providencia divina y obtuvo la mejor respuesta de nuestro Señor por su confianza en Él y su vida de oración y entrega al prójimo. Su prestigio personal incidió decisivamente en el feliz resultado de la nueva y majestuosa iglesia. Entre tanto, el Arzobispo de Santiago de Cuba, el cubano Mons. Antonio Barnada y Aguilar, realizó en mayo de 1916 una Visita Pastoral que duró una semana la que hizo coincidir con el inicio de la magna obra del Templo. Aprovechó la ocasión para realizar una importante MISIÓN PASTORAL que dio óptimos resultados para elumento de la fe católica de la población manzanillera. El apoyo presencial del Arzobispo Barnada fue fundamental para completar el pago completo del notable presupuesto constructivo. Las precisiones y detalles elaborados las podría presentar eventualmente en otro artículo.
LA ÚLTIMA RECONSTRUCCIÓN CAPITAL DEL TEMPLO PARROQUIAL COMENZÓ EN 1999 Y SU SOLEMNE "DEDICACIÓN" TUVO LUGAR EL 15 DE AGOSTO DEL 2009. CON MUCHA REPERCUSIÓN ECLESIAL Y SOCIAL.
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