Centenario de la muerte del Padre Acevedo
Centenario de la muerte del Padre Acevedo
Escrito por: Gabriel Espinosa Escala.
Primera etapa. De Bestard a Acevedo.
El 13 de Septiembre de 1902, a cuatro meses de nacer la República, el padre Bestard, junto a su tío, el presbítero Federico Bestard López- Chávez y su sobrino Alberto Fabra Bestard, escribieron este piadoso pensamiento:
“Virgen María, Madre de la Caridad. Recibe nuestro homenaje, alcánzanos del Señor la Gloria que necesitamos y ruega a tu Divino Hijo para que se conserve en esta Isla de Cuba, incólume la fe católica. Míranos con ojos de misericordia”.
Tal vez, Bestard, en su pensamiento Mariano, se adelantó por 14 años al nombramiento de la Virgen de la Caridad como Patrona de Cuba.
El Padre Bestard, un tanto enfermo, dejaba al Padre Acevedo mil pesos para la compra y colocación del mosaico para el piso del templo y la sacristía (se construyó en diciembre de 1905 y enero y febrero de 1906).
Pedía Bestard al arzobispo Francisco de Paula Barnada. y Aguilar (1899-1913) que moriría tranquilo si nombraba al Padre Acevedo su sucesor, a lo que respondió el arzobispo: “Puede morir tranquilo, amado, que no tengo otro candidato que el suyo”.
El 18 de febrero de 1905, el Padre Acevedo envía carta al arzobispo Francisco de Paula Barnada y Aguilar (1899-1913):
“Me asocio de todo corazón al dolor que le causa el fallecimiento del Padre Bestard, pues el arzobispo pierde con él uno de los sacerdotes más ilustrados e inteligentes de la Religión, uno de los operarios necesarios más celoso, los pobres un protector, y sus compañeros, especialmente yo, un verdadero y fiel amigo”.
El Padre Acevedo es nombrado párroco de la Iglesia Purísima Concepción de Manzanillo.
Sus obras.
El Padre Acevedo era escrupuloso con la limpieza del templo. Temprano en la mañana él mismo pasaba el plumero y con esponja mojada dejaba impecable los bancos, pila bautismal y altares.
En visita efectuada por el arzobispo Félix Ambrosio Guerra Feccia(1916_1925), tratando el orden y limpieza, expresó el prelado: “Señor Coronas, después de visitar las iglesias del Arzobispado, la de Manzanillo me parece como un oasis en medio del desierto.”
Un día, muy temprano, como de costumbre, Don Pepe Coronas se lo encontró en la esquina de la iglesia queriendo llamar a un cochero para dirigirse a la Capilla de las Siervas de María, para llevarles la comunión. Apenas se le oía la voz y tenía gran dificultad para respirar. Los accesos de sangre no le impidieron cumplir su misión. Al regreso confesó y celebró misa. Su alma y su espíritu se crecían.
El Padre Acevedo, siempre, siempre, desde muy temprano, se sentaba al Confesionario, para llegado el momento de la Santa Misa, los feligreses no esperaran por él.
Su devoción y fervor al celebrar la Santa Eucaristía infundían gran respeto y recogimiento en los fieles participantes. En el momento de la Consagración parecía extasiarse.
La humildad, pobreza y caridad fueron sus tres grandes virtudes. Le decía a su amigo Don Pepe: “Señor Coronas, lo que el sacerdote gana, después de cubrir modestamente sus necesidades, es de los pobres”.
A continuación, enumeramos las obras realizadas por este santo sacerdote sin tener en cuenta un orden cronológico de fundación.
La Cocina Económica (carácter social).
A consecuencia de la Guerra de 1895 a 1898, se recrudeció el hambre y las necesidades en la población, principalmente en los más pobres; razón por la cual se estableció, apoyado por un grupo de damas, la llamada Cocina Económica para brindar alimentos a las tantas familias necesitadas y así mitigar el mal.
Su habitación se convirtió en un almacén de víveres, donde se guardaba arroz, tocino, galletas y otros alimentos.
Nadie nunca se iba con las manos vacías y todos siempre quedaban complacidos.
El Colegio Purísima Concepción (carácter social).
Por la urgencia de ofrecer a la sociedad la enseñanza general y religiosa, que tan carente era, fundó en 1901 este colegio, confiándoselo a las religiosas Siervas de María, quienes habían llegado a Manzanillo en 1896 por gestiones del propio Padre, estando a cargo de ellas hasta 1917, en que por su labor de atención a enfermos, les era incompatible con la de educar niños.
El colegio continuó bajo la dirección de maestras católicas, y el Padre hacía de maestro.
El Colegio Santo Tomás de Aquino (carácter social).
Convenció a Don José Coronas Uruén, a quien había conocido desde 1889 en el Seminario de Santiago de Cuba, y quien luego había sido director de escuelas públicas, para que fundara este colegio en 1902, el cual llegó a convertirse en prestigioso colegio de Primera Clase incorporado al Instituto Provincial de Oriente.
Este se mantuvo hasta 1961.
Los Colegios Santa Teresa y Sagrado Corazón (carácter social).
Dirigidos por las señoritas Rafaela Bello y Micaela Escala, quienes fueron estimuladas para esta misión educativa y de instrucción general y religiosa en la segunda década del siglo XX.
La Asociación Apostolado de la Oración (carácter de devoción).
A partir de 1894 funda esta asociación que rápidamente creció con numerosos coros y celadoras activas y entusiastas para promover la devoción al Sagrado Corazón de Jesús; y así las fiestas alcanzaran gran solemnidad.
Las Escuelas Catequísticas (carácter social y de devoción).
El amor y dulzura con que trataba a los niños para instruirlos como buenos cristianos y su carisma para trasmitir su fe, lo llevaron a fundar, en los distintos barrios urbanos y rurales, centros de catequesis.
Cuidadoso en extremo al preparar a los niños para la Primera Comunión.
La enseñanza cristiana o catequesis dentro de la Evangelización es un aspecto de primerísima importancia para la formación religiosa, y con ella, el crecimiento espiritual.
El 18 de febrero de 1906, en presencia del E. e I. Sr. Arzobispo Francisco de Paula Barnada y Aguilar, se reúnen el cura propio Francisco José María Pérez Acevedo, 7 señoritas, 27 señoras y 2 caballeros de las familias manzanilleras más comprometidas con la Iglesia en los primeros años del siglo XX con el propósito de establecer las escuelas sabatinas para impulsar las dominicales ya existentes; sin embargo, no hubo consenso entre los participantes, procediéndose entonces a reorganizar el funcionamiento de estas últimas y nombrando la Junta Directiva, integrada por: Josefa Estrada de Blasco, Serafina Bello Olivé, Micaela Escala Espinosa, María Manday Bello, Rosa Álvarez Olivé, Clotilde Espelosín Palma, además de algunas vocales.
Para la novena y fiesta patronal del 8 de diciembre de 1908, se constituye un coro de señoritas compuesto por Herminia González, Mercedes Bello León, María Manday Bello, Rosa Álvarez, Emma Gandarilla, Hedenia Mariño, Dolores Mariño y Erenia Cedeño, , bajo la dirección de Luis González.(1)
Se gestionan casas disponibles para locales de catequesis en los barrios de Oro y Plata, pero de momento no pueden iniciar por las lluvias y lo intransitable de las calles. La de barrio de Oro se llamó San José y era atendida por Rafaela Bello y Francisca Gandarilla. La de barrio de Plata se llamó Santa Elena. Luego apareció una en la calle San Silvestre llamándose Santa Teresa; y en el manglar llamándose Sagrado Corazón.
En 1908 la señorita Caridad Soto refiere las Memorias de la Santa obra del Catecismo establecido desde 1890, propagándose y tomando el nombre de Catequesis.
Las religiosas Siervas de María dedicadas al cuidado y atención de enfermos en los hospitales y casas de viviendas, también se vinculan a esta obra de enseñanza y se encargan de los barrios rurales de Blanquizal, llamado San Juan Bautista, y en El Caño, Nuestra Señora de la Salud.
En 1909 surge La Purísima, existiendo un total de 7 centros con una matrícula general de 1203 niños y niñas.
En 1910 aparece en el barrio del Cementerio la escuela El Niño Jesús de Praga.
En 1911, San Francisco de Sales, en la calle Cocal Nº 5, proponiéndose inaugurar una catequesis para adultos.
En 1912 la matrícula descendió a 548 niños y niñas.
En 1913 se establece la Archicofradía del Niño Jesús de Praga y se organizan los coros del Apostolado de la Oración en las escuelas con niños de más de 12 años.
En 1914 surgen las escuelas San Antonio, San Luis y Nuestra Señora de la Caridad. Este año hay 682 niños y niñas de matrícula. En la Navidad desfilan alrededor del Parque 1300 alumnos de las diferentes escuelas; y al año siguiente desfilan 1100 alumnos.
Por Decreto del arzobispo Félix Ambrosio Guerra Feccia las primeras comuniones en el año 1916 serían el Domingo de Resurrección.
En estos 10 años transcurridos la Iglesia ofrecía a los niños y familias toda la ayuda material posible. Muchos padres se sentían motivados a acercarse a la Iglesia al ver a sus hijos alegres y encaminados con una educación moral y social que les preparaba para un futuro. La fe inculcada formaba hombres y mujeres con educación e instrucción, dígase con dignidad y decoro.
La Asociación Hijas de María (carácter social y de devoción).
Restablecida el 8 de julio de 1906, pues se había fundado en 1882, las jóvenes manzanilleras llamaban la atención del pueblo que contemplaba la belleza de aquellas féminas, entre otras, Eloísa Olivé Bárzaga, Caridad Fonseca Reyes, Serafina Bello Olivé, Dolores Mariño Raventós, Josefa Bello León, Caridad Borrás Fernández, Rosalía Martín Veloz, Eloísa Álvarez Olivé, Micaela Escala Espinosa, Margarita Merconchini, María Manday Bello, Josefa Soto Figueredo y Caridad Soto Figueredo, Junta Directiva, Presidenta Serafina Bello Olivé, Vicepresidenta Eloísa Olivé Bárzaga, Secretaria Dolores Marino Raventós, Vicesecretaria Caridad Boeras Fernández, Tesorera Josefa Bello León, Vicetesorera Rosalía Martín Veloz, Camarera Caridad Fonseca Reyes y Auxiliar de Camarera Eloísa Álvarez Olivé.
Aquellas jóvenes, frecuentando la Iglesia y participando con modestia y recato en diferentes misiones de devoción; como las procesiones, fiestas y solemnidades; así como en obras de caridad, visitando enfermos y familias de reclusos; llevando cigarros, caramelos, galletas y el consuelo espiritual.
La Asociación San Vicente de Paúl (carácter social y de devoción).
Admirador de este Santo, funda la asociación para atender mejor las necesidades de los pobres, de manera que organizadamente, los ciudadanos de mediana posición económica, ofrecieran una cantidad determinada, de forma tal, que la limosna no fuera ayuda de un día, sino un pequeño sostenimiento con cierta regularidad. Su caridad favorita era socorrer a aquellas jóvenes, que conservándose honradas, su pobre trabajo no les alcanzaba a cubrir sus necesidades.
Otras Asociaciones de Devoción para fomentar el respeto y fervor de los fieles a Jesucristo y a la Virgen.
_ Nuestra Señora de la Caridad.
_ Nuestra Señora del Carmen.
_ El Niño Jesús de Praga.
_ Los Pajes del Santísimo.
_ La Asociación Eucarística.
La Asociación Católicos de Manzanillo (carácter social).
El 14 de noviembre de 1922 convocó a un numeroso grupo de amigos y propuso establecer esta asociación con el propósito de ser fieles defensores de la fe católica y así desprenderse de prejuicios y temores, propio de aquellos caballeros; y al mismo tiempo organizar las fiestas religiosas y patrióticas. Siete años después esta Asociación se convertía en la Unión Nº 7 de los Caballeros Católicos de Cuba.
Las reformas del Templo (carácter social).
Con la autorización y apoyo económico del Arzobispo y luego con donaciones recibidas de instituciones y del pueblo, el 8 de septiembre de 1916 se coloca la primera piedra de ampliación de la nueva fachada y torres. Tan solo un año con ocho meses fueron suficientes, de manera que el 20 de mayo de 1918 se inauguraba aquella bella arquitectura que se alzaba como símbolo religioso de la ciudad. Poco a poco se continuaron las obras en el interior del templo, como nuevo coro, púlpito, retablo, altar, bóvedas del techo, falso techo, etc.
En 1919 Francisco Borbolla adquiría en París el reloj que sería colocado en una de las torres de la nueva fachada.
Fragmentos de sus escritos en la prensa local.
Industrias de las Madres.
Cuando el niño contempla estático la hermosura del sol, de la luna, del firmamento tachonado de las brillantes estrellas, háblele la madre del Dios creador y gobernador de todas estas cosas. Recuerda hijo, ha de decirle, que todos fuimos creados por Dios, y que Dios, inmenso, grande, bueno, sabio, que de nada me creó a mí, a ti, y a todos los hombres, es el mismo Dios que de la nada creó el sol, las estrellas, el cielo, la tierra y todas las cosas.
Cuando el cielo se cubre de nubes y amenace la tempestad, surque los cielos el relámpago y retumbe allá lejos el trueno y corra el niño a esconderse en el regazo de su madre, enséñele a temer a Dios y a respetar siempre sus mandatos.
Cuando se oiga la campana y el niño pregunte el por qué de aquel sonido, háblele de la Virgen Santísima, Madre nuestra, que está en los cielos, e invítelo a saludarla con el Ave María.
Cuando ya de noche el niño oiga de nuevo las campanas, entonces la madre podrá platicar de los difuntos del purgatorio, del abuelo y la abuela que ya murieron, de la posibilidad de ayudarlos, consolarlos y hacer algún sufragio por ellos.
Cuando se oiga a la puerta una voz que pida una limosna por amor de Dios, vaya la madre con el niño a la puerta y acostúmbrele a socorrer a los pobres, a gustar ya desde entonces la dulzura de la caridad.
A los niños.
Las lágrimas son un segundo bautismo, y no se lavan ciertas manchas sino en ese baño amargo. Hay en las lágrimas, secretas e infinitas dulzuras; y son ellas a veces la única respuesta a esos deseos suprasensibles que no pueden ser satisfechos ni tampoco consolados.
Deseo para vosotros un cielo sin nubes, pero aunque muchos no lo conocéis, tendréis días de duelo, lloraréis y sufriréis. Vendrán días en que veréis desaparecer unos en pos de otros los seres que os son más queridos. Un día vuestro padre os bendecirá por última vez. Otro, vuestra madre os hará acercaros a su lecho de muerte. Este mundo de vuestros amores se habrá constituido para vosotros en soledad. En adelante tendréis que caminar con paso vacilante, en medio de esas tristezas, hacia el punto de reunión, donde os esperan aquellos que fueron vuestra alegría, y hoy son vuestros inconsolables duelos y vuestras tristes esperanzas. No están aquí, pero viven en otra parte.
El fúnebre clamor de las campanas nos recuerda estas verdades y nos piden para los que murieron, un piadoso recuerdo, una devota plegaria, una limosna al pobre, y para nosotros, que caminamos hacia la muerte, enmienda formal de la vida: reconciliación con Dios.
Al Catecismo.
Nuestra religión se ve combatida y perseguida; hay ladrones que nos la quieren arrebatar. En todas partes se habla de religión; pero para desacreditarla, para calumniarla, para humillarla; y no hay una voz amiga que se levante para defenderla. De esto nace la necesidad del estudio del Catecismo, pues por falta de instrucción religiosa, muchos, a la menor palabrita, vuelven atrás huyendo por falta de firmeza... Con frecuencia el católico se ve obligado en medio de una conversación a salir en defensa de su fe.
Debemos pues instruirnos. La doctrina que se enseña en el Catecismo, en nombre de Jesucristo, se extenderá como bálsamo benéfico en nuestra alma...
El estudio de la doctrina cristiana santifica nuestros afectos, da fuerza a nuestra esperanza, nos recuerda la grandeza de nuestro ser, nos guía a la patria de los santos, al mismo Dios.
¡Alertas, Padres de familias!
Con la desenfrenada carrera de hablar y de escribir es tanto lo que se han trastornado las ideas, lo que las costumbres se han pervertido, que hay necesidad de inculcar constantemente a los fieles que se mantengan firmes en sus creencias.
La impiedad muestra toda su habilidad en buscar los medios de dar su veneno a las almas en copas doradas puestas en bandejas de flores.
¡Alerta, pues, el padre de familia!¡Alerta, oh maestro!¡Alerta, oh juventud, a quien van dirigidos los tiros!¡Alerta, oh sociedad cuyos cimientos se minan!
Ola de cieno.
En la vida inmunda de algunos pueblos, se hace posible la pregunta: ¿Qué es lo que tiene que hacer un padre, celoso de la educación de sus hijos, para evitar en ellos el contagio de la inmoralidad ambiente? Las calles son públicas escuelas a donde ha huido la inmoralidad. Precoces vendedores vocean hasta enronquecer la mercancía grosera que es veneno de los espíritus. Por los sitios más concurridos de la ciudad pulula el vicio humano convertido en asquerosa industria.
No hay infancia ni adolescencia ni juventud…No hay más que una masa humana alocada por el vicio,… los niños son viejos pervertidos; y los ancianos son jóvenes idiotizados por la pasión. De la juventud han desaparecido los ideales elevados, solo hay sangre para gastarla en las orgías decadentes que envilecen y degradan el espíritu.
Alertas, madres, porque en la carne corrompida por el fermento de las malas pasiones, se forman las densas nubes y sombrías del escepticismo, la soberbia y la incredulidad en el alma de vuestros hijos. Vigilad mucho, y os ahorraréis muchas amarguras y muchas lágrimas.
La Patria.
En otros países se hace oraciones por las Cámaras Legislativas; y ¿por qué nosotros los católicos, no hemos también de pedir a Dios, por los nuestros?¿Quién amó más a su patria que Jesucristo? Había venido a salvar a todos los hombres, y a pesar de eso, declaró que había venido primeramente por las ovejas de la Casa de Israel.
¿Por qué no concebimos por nuestra patria los mismos sentimientos que manifestó Jesucristo por su patria judía?
El sufragio de los buenos es el que debe poner el bien público sobre todo interés propio o de partido. Los Gobiernos deben cambiar primero sus vicios en virtudes.
Hay una revolución que no se ha intentado aún, y es el mejoramiento de nuestras costumbres… A medida que se hicieran mejores los individuos, cambiaría también en mejor la sociedad.
Los escritos del Padre Acevedo expresan la transparencia de su pensamiento católico en aquellos primeros años del siglo XX, donde habían surgido corrientes antieclesiales y anticlericales, razón por la cual alerta a las familias sobre los peligros del mundo pagano, del liberalismo desenfrenado, y de la falta de moral y de fe.
Como testigo de aquel presente, mira lejos, y en ese mirar, la necesidad de la instrucción religiosa para el futuro crecimiento de las familias y la sociedad en la piedad, las costumbres puras y las virtudes
Nos instruye el Padre Acevedo con sencilla y brillante pedagogía sobre la Creación, el respeto a Dios, la devoción a la Virgen, la reconciliación, el perdón, el amor fraterno, la firmeza en la fe, la vigilancia de los padres para con los hijos y el mejoramiento del hombre para el mejoramiento de la sociedad.
Fue el Padre Acevedo un formador de generaciones.
Testimonios.
Alcaldía Municipal de Manzanillo.
Monseñor Francisco Pérez Acevedo
Cura Propio de esta Ciudad ha fallecido.
Y el que suscribe, en consideración a los merecimientos del finado:
Ruego por este medio al Comercio que cierre las puertas de sus establecimientos mientras permanezca insepulto el cadáver, e invita a las autoridades, corporaciones, Prensa y Pueblo en general, para que asistan a las honras fúnebres y al entierro que se efectuará a las cuatro de la tarde de hoy.
Manzanillo, 26 de marzo de 1924.
Manuel Ramírez León.
Alcalde Municipal.
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El Padre Acevedo ha muerto: su modestia fue ejemplar, su virtud fue constante: sin que jamás nube alguna viniera a empañarla: su bondad y su caridad ilimitadas enjugaron muchas lágrimas y remediaron _sin ruido ni vanidad_ muchas necesidades.
Ha muerto nuestro Cura, ha muerto nuestro Padre Acevedo, faro luminoso de moralidad: ha muerto un hombre que por la santidad de su vida ha honrado y glorificado a Manzanillo.
Manzanillo está de duelo. Manzanillo está de luto; Manzanillo llora y llorará por mucho tiempo la irremediable pérdida de su Santo Cura, de su Santo Padre Acevedo.
Manzanillo, justo es, sabrá por medio de alguna obra que hable permanentemente a las generaciones venideras la sagrada memoria de su Santo Cura. Elevemos nuestras plegarias sinceras y puras, al Altísimo y roguemos por el eterno descanso de esa alma tan blanca y tan pura, que nos ha abandonado.
Augusto Martín Veloz.
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Nos acercamos a la Iglesia. Allí en la nave principal, bajo aquella alta techumbre, por donde se esparcieron tantas veces desde el púlpito elevado su voz doctrinal, su palabra plena de consejos religiosos y rica de imágenes brillantes, descansan sus mortales despojos en riquísimo féretro de color morado. Le rendimos guardia de honor. Contemplamos su faz inerte, bajo la luz amarillenta de los cirios. En su rostro donde la Intrusa ha puesto el velo inescrutable de la Eternidad, brilla un pálido reflejo de la bondad que le animara en su vida. No ha logrado la muerte borrar de su faz aquel sello característico de ingenua bondad y de dulce serenidad que brilló siempre en su rostro.
Braulio Cañete.
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Me bautizó y siempre me lo recordaba. Fue mi confesor y director espiritual por muchos años. Me eduqué 4 años en el colegio Purísima Concepción, que fue su empeño. Fue muy modesto. Luego de ser nombrado Prelado Doméstico de Su Santidad, que le daba el derecho de vivir en el Vaticano y a usar una ropa distinta a su modesta sotana, pues debía vestir una sotana especial; solo la usó la noche en que reunió a sus feligreses hablándoles de una manera muy emocionada, que a la propuesta de ir a España por problemas de salud, prefería dejar sus huesos en Manzanillo.
A los más necesitados los llamaba “los pobres vergonzantes”.
Vivió en la calle Luz Caballero entre Maceo y Masó y en Luz Caballero entre Dr. Codina y Calixto García. Luego en una de las habitaciones de madera construidas en el patio de la iglesia (hoy salón parroquial) y al final de su vida, por su enfermedad, en una habitación, en la esquina, detrás de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, lo cual aceptó por su deteriorado estado de salud.
María Manday Bello.
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Era Pepito Escala quien acompañaba al Padre Acevedo en sus múltiples salidas caritativas en la época de la epidemia de influenza. Un día, por la carretera que lleva al Cementerio, encontraron a un hombre moribundo tirado en el suelo. Mandó el Padre a Pepito a la casa del enfermo en busca de una sábana. Le administró el sacramento de la extremaunción y lo tapó. Mandó de nuevo a Pepito, esta vez a la funeraria, y entregándole dinero le dijo que si no querían venir con el ataúd, pidiera una carretilla y lo hiciera él; y que comprara desinfectante. El mismo Padre introdujo el cadáver en el féretro y corrió todos los trámites de enterramiento. La familia, a cierta distancia, lloraba por el difunto.
Carmen Artime García.
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Regresé de La Habana en 1898 y desde ese momento conocí al Padre Acevedo, pues asistía diariamente a misa y me fui incorporando a todas las asociaciones que él iba creando. Fui por muchos años la Presidenta de la Asociación de San Vicente de Paúl y de la Catequesis.
Sacerdote ejemplar, celoso de sus obligaciones, humilde en extremo, incansable, siempre listo a servir.
Preocupado por los niños y los pobres. Nunca se veía tan feliz como cuando estaba con los niños. Estimuló al Sr. Coronas y a mí para fundar colegios.
Organizó 12 escuelas catequísticas.
Nos conminaba a Eloísa Alvares, Micaela Escala, Josefina Carbonel y a mí para que lleváramos ayuda en sobres cerrados conteniendo dinero y los deslizáramos por debajo de las puertas de las casas de aquellas familias necesitadas que por sano orgullo no venían a la Iglesia en busca de ayuda.
También nos preparó un cuarto de dos que habían construido en el patio para que al regresar de las casas de los enfermos de influenza, nos aseáramos y cambiáramos de ropa, antes de ir a nuestras casas.
El pueblo le respetaba y le quería. En su entierro solo se oía decir: es un santo, es un santo.
Rafaela Bello León.
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Lo conocí desde mi tierna infancia cuando todavía no iba a la escuela y él visitaba mi hogar, Sus pláticas eran dulces y cariñosas.
A los 7 años fui al colegio de las Siervas de María. Con su sonrisa bondadosa me salvó muchas veces de las penitencias de la Directora del colegio, pues yo era muy habladora en clases.
_ Carmen, otra vez castigada, ¿Qué hiciste hoy?
_Nada Padre, cosas de Sor Mercedes.
_Padre, decía la Directora, usted la tiene muy consentida y por eso se porta mal.
Cuando le dieron el grado o nombramiento de Monseñor, se sentía triste, pues decía no merecer tal categoría.
Visitaba a los pobres casi a diario y todo lo que tenía lo repartía en limosna.
María del Carmen Bello.
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El que estas líneas suscribe, sucesor del Padre Acevedo, puede dar testimonio del orden en que ha dejado todas las cosas y de la pulcritud con que resplandecen las obras del llorado sacerdote; ni un detalle insignificante ha dejado de llamar su atención y todo lo ha dispuesto con exquisita prudencia. El grado de santidad solo Dios lo conoce, pero nosotros podemos decir que fue un imitador del Cura de Ars, cuya vida leía con frecuencia.
Alfonso Blázquez, Cura Vicario de Manzanillo.
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Monseñor Pérez es hombre de talento, de mucho talento, pero también de alto sentido de la realidad: es afable, sencillo, caritativo, modesto como entrañable cristiano, y nadie, ni los intransigentes enemigos del cristianismo, profieren respecto a él, palabra que no revista elogio.
Eva Conell.
La Habana, 1916.
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También los diarios “La Montaña”, “La Marina”, “La Tribuna” y “La Defensa”, se pronunciaron sobre la pérdida física de aquel hombre de virtudes y santidad.
Conclusión.
Francisco José María Pérez Acevedo, un “hombre de Dios”. Con una profunda vocación al sacerdocio desde su infancia, educado e instruido en un hogar cristiano católico, fue bautizado el mismo día de su nacimiento, el 17 de octubre de 1861, en España.
Ordenado sacerdote el 10 de enero de 1886, llega a Cuba en 1889, en compañía de otros sacerdotes. Llega a Manzanillo en los primeros días del mes de mayo de 1890. Era el sacerdote que el Párroco Ismael José Bestard Romeu necesitaba: de virtudes.
Su arzobispo en España, Martínez Vigil enviaba una carta al arzobispo de Santiago de Cuba, en la que expresaba: “En el sacerdote Francisco Pérez Acevedo os mando un clérigo de un alma muy bonita”.
Se acerca la Guerra y el joven sacerdote, aún siendo peninsular, no actúa a impulsos ni con apasionamientos, sino que siente los desastres de su país y sufre por él.
Maestro, cultivador y difusor de la ética cristiana, ferviente y profundo confesor, director espiritual, vicario, Prelado Doméstico de Su Santidad, candidato al Episcopado, lo cual no aceptó respondiendo que “deberían ser obispos los cubanos”, dotado de un don o gracia especial de Dios; se despojó de toda atadura material haciendo donación de su vida al servicio de los pobres y de la Iglesia.
Sus escritos, sus obras y los testimonios de sus contemporáneos nos dejan ver sus virtudes: pobreza, humildad y caridad.
Falleció el 25 de marzo de 1924. Sus retos reposan en el tempo parroquial de Manzanillo, desde el 17 de junio de 1945.
Su mayor sueño fue la fundación de un Asilo para ancianos, atendidos por religiosas.
Tres años después de su fallecimiento se concretó la obra. En su memoria se le llamó “Asilo de Ancianos Padre Acevedo”.
El Padre Acevedo es el “santo” que no ha sido elevado a los altares.
En los últimos tiempos fueron cercanos a él los sacerdotes Máximino Alcubillas y José Caparros.
Segunda etapa, Padre Garro.
Luego del fallecimiento del padre Acevedo, la feligresía, a través de las Asociaciones parroquiales, se opuso al nombramiento del sacerdote Miguel Ángel Portuondo como párroco, pues era más un personaje político que un virtuoso sacerdote para sustituir al tan querido y respetado Acevedo. Entonces llegó a Manzanillo de manera transitoria, el padre Alfonso Blázquez, Rector del Seminario de La Habana, como párroco interino. A partir de 1925, el nuevo párroco en propiedad fue Francisco Garro Urquiza..
En 1926 se establece la Compañía de María, religiosas dedicadas a la educación de ninas. Se radican en la calle Calixto García esquina Villuendas y luego en la calle Maceo esquina Luz Caballero. A fines de la década de 1950, comienzan a construir otro Colegio en el Reparto Nuevo Manzanillo. Esta Orden Religiosa fue fundada en 1607 por Juana Lestonnac, francesa (27-12-1556_2-2-1640) y canonizada el 15-5-1949.
Construyeron panteón en el cementerio local.
En 1927 se establece la Orden Religiosa de las Hermanas de los Ancianos Desamparados, con el apoyo del arzobispo Valentín Zubizarreta Unamunsaga, quien adquirió el terreno y una edificación existente donde se fundó el Asilo Padre Acevedo el 9 de diciembre de este amo. La Orden fue fundada el 11-10-1872 por la religiosa Teresa de Jesús Jornet, española (9-1-1843_26-8-1897) y canonizada el 27-1-1974.
En 1928 el padre Garro funda el Coro Santa Cecilia, con voces masculinas, siendo su director el Sr. José Cela. Luego, en una fiesta patronal, se incorporaron voces femeninas, destacándose la señorita Estrella Ramírez. (2)
El 21 de mayo de 1929 funda la Asociación de Caballeros Católicos, siendo la Unión
# 7 a nivel nacional, y cuyo precedente fue la Asociación de Católicos de Manzanillo, fundada por Acevedo 6 años atrás. (Ver Anexo # 1).
Garro embelleció el templo interinamente haciendo un nuevo coro y púlpito, revistiendo las columnas, arcos del techo y bóvedas..
El 8 de diciembre de 1936 Garro funda la Agrupación Juvenil Católica.
Por sugerencia de Garro llegaron los padres franciscanos en 1939, pues era necesario y conveniente un mayor número de sacerdotes para atender mejor la extensa jurisdicción que abarcaba la Parroquia.
Al despedirse, después de 14 años, expresó Garro: “donde quiera que esté, al alzar la Hostia Santa, allí estará conmigo Manzanillo. ¡Hasta el cielo!
Religiosas fallecidas en Manzanillo.
Sor Isabel de Santa Rosa…18 de junio de 1931. Hermana de los Ancianos Desamparados.
Sor Fermina…11 de mayo de 1940. Sierva de María.
Sor Efigenia…25 de septiembre de 1940. Sierva de María.
Inés Cafuentes y Justina Galván…década de 1950. Compañía de María.
Religiosas manzanilleras.
Lucía Quesada Ramis.
Elsa Fonseca Rodriguez. (las dos Hijas de la Caridad del Cardenal Sancha).
Regina Martínez. Hija de la Caridad del Sagrado Corazón.
Delia Escala Manday. Hermana de los Ancianos Desamparados .
Adela Frias Cardona.
Aurora Janer Planell.
Milagro Olivé Martínez.(las tres de la Compañía de María)
Teresa Bello Carbonel. Clarisa.
María Escala Manday.
Dolores del Olmo Carbonel.
Patria Martínez.(las tres Hijas de la Caridad).
Cristina Menéndez Uset. Reparadora.
Teresa Fernández Martínez. Carmelita Descalza.
Dolores Olivé Martínez. Teresiana.
Clara Alarcón Tamayo.
Celia Tirado.(las dos Franciscanas del Buen Consejo).
Imágenes en el Templo.
En 1911 el Sagrado Corazón de Jesús. Su costo fue de 450 pesos que se obtuvieron por colecta pública.
La Virgen de la Caridad (1912), Costó 200 pesos, donada por Eloísa Olivé Bárzaga..
El Niño Jesús de Praga (1913), Costó 80 pesos, donada por Rafaela Bello Olivé..
El Cristo Resucitado y Nuestra Senora del Carmen, ambas del 1916, y 400 pesos cada una,
Santa Teresa, también del 1916.
San José.
Etapa Franciscana.
Desde 1939 hasta 1961 transitaron por la Parroquia:
Pedro Aranguren. Epifanio de Pínaga.
Manuel Berriatúa. Manuel Zaldúa.
Jesús Rodrigo. Santiago Arrieta.
Joaquín Murguzur José Miguel Aldaz.
Máximo Cincomandía. Ángel Pérez del P.
Eulogio Aguiregoviria. Eulogio Valdés.
Pedro María Narvaiza. José María Illarduya.
Francisco Beristaín. Benito Díaz Mora.
Francisco Rezola. Antonio Albizu.
Jesús de Iraola. José María Layuno. José Zubieta. Eliseo Castano. Tomás Olazabal. José María Biaín. Pablo García. José Luis Zarragitía. Luis Aguirregoviria. Lucas Iruretagoyena. Ángel M. Rivas. Ángel V. Fernández. Manuel Estrada. Casimiro Cartón. José Izpizúa, José Lerchundi. Hnos. Simón, Rafael y Nicolás.
En la etapa comprendida entre 1961 y 1965 se interrumpe la misión franciscana y llegan los sacerdotes,
Julio Cicero, mexicano, jesuita. 61-63.
Julio González, cubano, escolapio. 63-65.
Nuevamente los franciscanos,
Luis Albizu. Rolando Pujol.
Frank Dumóis. Joaquín Hereú.
Hno. Héctor Vicente. Águedo García. Roberto Pasos. Hno. Jesús.
En 1939 llega a Manzanillo el Rvdo. Pedro Aranguren, Superior de la Orden Franciscana en Cuba, con el propósito de organizar la labor de los sacerdotes que vayan llegando.
San Francisco, italiano, (1181 ó 11882 y fallece el 3 de octubre de 1226. Funda la Orden en 1209. Canonizado el 26 de julio de 1228.
Párroco Epifanio de Pínaga (1939-1943). El 25 de noviembre de 1939 le escribe Garro (ya como Secretario del Arzobispo) al padre Pínaga, quien está preocupado por la visita de Zubizarreta y le dice, No se apure, le prepara Ud. unos viejos libros de Teología y nadie sabrá si está o no el Prelado.
Construye la Casa Parroquial y salón de actos. Funda el colegio Santa Teresa de artes manuales para domésticas pobres. Disuelve el 28 de enero de 1943 la Agrupación Juvenil Católica que llegó a agrupar 168 miembros entre 8 y 15 años, y constituye el Aspirantado Menor de la Federación de la Juventud Católica (Rama masculina San Francisco de Asís y Rama femenina Nuestra Señora del Carmen)
El 15 de marzo de 1940 le escribe Garro a Pínaga,
Conozco bien a mi pueblo. Se del entusiasmo de ciertas gentes, efímero y fugaz como una sombra, no obstante sus arrestos iniciales.
Se habían enviado a La Habana 53 mil firmas solicitando la invocación del nombre de Dios en el preámbulo de la nueva Constitución de 1940, y tristemente las de Manzanillo no llegaron.
Párroco Joaquín Murguzur (1943-1946). Se preguntaba si había llegado a una Parroquia o, a un Arzobispado, pues se sorprendía de la afluencia de personas que constantemente entraban y salían por diferentes razones.
El 17 de junio de 1945 fueron trasladaos los restos del padre Acevedo desde el cementerio local hasta la iglesia en sentida y respetuosa manifestación popular
El 15 de julio de 1945 se entroniza la imagen de Santa Teresita del Niño Jesús, y al día siguiente se bendice el nuevo altar de Nuestra Señora del Carmen..
Párroco José Miguel Aldaz Babase (1946-1949). Inició la construcción del nuevo presbiterio, altar y retablo. Fundó la Liga de Damas de Acción Católica, pudiendo ya constituirse la Junta Parroquial, formada por los Caballeros Católicos, la Liga de Damas, la rama masculina de la Juventud y la rama femenina de la Juventud.
Con su inseparable acordeón y sus cantos atraía a niños y adolescentes por las calles de la ciudad y barrios pobres invitando a todos a la Catequesis.
El 9 de julio de 1949, en respetuosa y alegre manifestación popular se daba la bienvenida al arzobispo Enrique Pérez Serantes, acompañándolo desde la terminal ferroviaria hasta la iglesia.
Párroco Pedro María Narvaiza (1949-1952). Por primera vez se hace el ejercicio del Vía-Crucis por las calles de la ciudad el Domingo de Ramos 2 de abril de 1950. Este mismo año, el 19 de noviembre, se recibió la Misión de la Virgen de Fátima que concluyó el 10 de diciembre con Misa de Campaña en el parque central y consagrándose el pueblo de Manzanillo al Inmaculado Corazón de María.
En esta etapa se comienza la construcción de la Capilla San Juan Bosco (1949), y se organiza la Biblioteca Parroquial (1952).
El 15 de junio de 1952 se entroniza la imagen de San Francisco.
El 6 de julio de este año el arzobispo Enrique Pérez Serantes bendice la nueva Capilla del Asilo de Ancianos.
Otra Misión.-Con motivo de los primeros 50 años de República, la imagen de la Virgen Mambisa hizo un recorrido por 679 lugares de Cuba, desde el 20 de mayo de 1951 hasta culminar el 20 de mayo de 1952 en La Habana con la imagen auténtica. Manzanillo ocupó el pueblo visitado número 28, Yara el 25 y Campechuela el puesto 30. Según las crónicas de aquella fecha, el recibimiento en Manzanillo fue de más de 30 mil personas con cantos, cirios encendidos y muchos rezos; hasta los reclusos fueron visitados por la imagen que representa a la Madre de Dios.
La Revista Semanario Católico de fecha Septiembre de 1951, en la página 27, refiere: “En 103 lugares visitados han acudido a sus recepciones 500 mil personas, ocupando el primer lugar Manzanillo con 50 mil”. La misma revista de fecha octubre de 1951 en la página 51, refiere: “En Florida, estrenó la Madre Peregrina, un precioso manto, finísimo trabajo bordado que obsequiara desde Manzanillo la Sra. Mercedes Queipo de Masdeu”.
Según crónicas de la época, “el Centro de Veteranos de Manzanillo levantó una solemne Acta de la visita de la Caridad Mambisa que figuraba permanentemente en el local, encerrada en un marco de oro”. Esta imagen debió estar en Manzanillo el día 27 de junio de 1951 al regresar de los pueblos de la costa y días antes. Las aguas del mar de Manzanillo, una vez más, eran protagonistas o testigos de un hecho religioso: se agrupaban 130 embarcaciones custodiando la bendita imagen de la Virgen, quien llenaba de júbilo los corazones de los creyentes.
Párroco Francisco de Beristaín (1952-1955). Por primera vez se celebra Misa de Campaña en La Demajagua, levantando el Altar sobre los restos del antiguo ingenio donde se dio el grito de independencia.
Nuevamente José Miguel Aldaz como Párroco (1955-1961), etapa en la que se funda la Capilla-Escuela San Tarsicio, el Colegio San Francisco en 1957, pues al año siguiente su matrícula pasó a los Hermanos de La Salle, dedicados a la educación de niños. Se radican en un chalet en la esquina de 3 ra. Ave. y calle 3 del Reparto Caymari y luego construyen un Colegio a la entrada del barrio Dagamal.
San Juan Bautista de la Salle, francés (30-4-1651__7-4-1719). Funda la Orden el 25 de mayo de 1684. Canonizado el 24 de mayo de 1900
Curiosidad que nos honra- El primer cubano en pertenecer a la Orden de los Hermanos de la Salle, fue el manzanillero Miguel Mestre Antúnez, llamado Claudio Miguel.
Ordenación- El 7 de julio de 1957 se celebra la primera ordenación sacerdotal: Rafael Alfonso María de Ligorio Escala Manday, quien 11 días después es nombrado Párroco interino de la Catedral Primada ce Cuba.
Los arzobispos.
*Francisco de Paula Barnada y Agular (1899_1913).
*Félix Ambrosio Guerra Feccia (1916_1924).
*Valentín Zubizarreta Unamunsaga (1925_1948). Gran Teólogo y confesor de Pio X. Visitó la parroquia en más de 15 ocasiones. Confirmó a 2504 personas y de ellos, 68 en la cárcel.
*Enrique Pérez Serantes (1949_1968).De él se dice fue el más grande y completo del siglo XX, la voz de los que no tienen voz, el arzobispo de la dignidad.
Visitó la parroquia en más de 26 ocasiones. Confirmó a 3929 personas. De estas, 89 Mons. Ángel Fernández y 1 Mons. Mario Carassou.
*Pedro Claro Meurice Estiú, obispo auxiliar en 1967 y arzobispo en 1970.
En 1996 se erige la nueva diócesis de Bayamo_Manzanillo, siendo su primer obispo Dionisio Guillermo García Ibánez, quien al fallecer Meurice en ¿? , le sustituye como arzobispo de la arquidiócesis de Santiago de Cuba, quedando en la diócesis de Bayamo_Manzanillo el nuevo obispo Álvaro Beira Luarca.
Etapa difícil de la Iglesia.
El domingo 18 de enero de 1959 se hizo procesión por las calles de la ciudad llevando en hombros de los rebeldes la imagen de la Virgen de la Caridad.
A la entrada de la Iglesia y desde una im provisada tribuna hicieron uso de la palabra los manzanilleros ilustres: el R.P. Presbítero Sr. Rafael Escala Manday, Párroco de la Catedral de Santiago de Cuba (Ver Anexo # 2) quien con verbo elocuente y lleno de intensa emoción patriótica felicitó a sus coterráneos manzanilleros por esta demostración de gratitud a la Santísima Virgen de la Caridad, que él ofrecía en nombre de todos los presentes en el símbolo de un tallo duro con espinas y fragantes rosas, representando el dolor y la gracia divina. El primero por los muchos sufrimientos soportados durante dos largos años y lo segundo como el premio de la Providencia al noble pueblo de Cuba, impreso en la alegría de todos los corazones.
Ha sido un acto Religioso – Cívico que ha llenado a la ciudadanía toda de agradable impresión y paz espiritual.”
El otro manzanillero ilustre fue el Dr. Diego Sans Fonseca.
Con el triunfo de la Revolución Cubana, la Junta Directiva de los Caballeros Católicos con fecha 23 de enero de 1959 levanta el Acta número 376 en la cual se dice textualmente:
“Con motivo de la feliz llegada de la liberación nacional el día 1ro. de enero hubo que lamentar la pérdida de miembros del Ejército de Liberación, por los cuales se han celebrado solemnes honras fúnebre en la Parroquia con asistencia de numerosos fieles y un pelotón de soldados, compañeros de los caídos, dando una tónica de sobriedad, por la disciplina y devoción demostrada durante el acto.”
El 9 de abril de 1959 se reciben en la Iglesia los restos del manzanillero revolucionario y federado Ciro Noel de la Caridad Hidalgo Pérez.(Ver Anexo # 3).
El 10 de octubre de 1959 se celebra Misa de Campaña en La Demajagua con miembros del Ejército Rebelde y Veteranos de la Guerra de Independencia.
Transcurridos 18 días se produce la desaparición del Comandante Camilo Cienfuegos y la acusación de traición del Comandante manzanillero y maestro, Huber Matos.
El 10 de octubre de 1960 se repite la celebración en La Demajagua, y 6 meses después se declara el carácter socialista de la Revolución. Aquella Revolución tan verde como las palmas se transformaba en roja como la sangre.
El 6 de junio de 1961 el Gobierno nacionaliza la Enseñanza, cierran los Colegios privados y aparece la escuela única.
Las Superioras de las Siervas de María, Compañía de María y Hermanas de los Ancianos Desamparados deciden retirarse de Cuba.
La Orden Franciscana y Hermanos de La Salle son objeto de burla de masas populares y detenidos, para luego ser deportados.
Párroco Julio Cicero, mexicano, jesuita, 61 63.
Refunda el Coro Santa Cecilia.
Bautizos – 5375. Matrimonios – 189.
Párroco Julio González, cubano, escolapio, 63-65.
Organiza un grupo de Acólitos.
Bautizos – 3049. Matrimonios – 77.
De nuevo los franciscanos,
Párroco Luis Albizu, 65-70.
Constituye el Consejo Parroquial.
Bautizos – 5759. Matrimonios – 125.
Párroco Águedo García, 70-77. Gran organizador de las escenificaciones de La Pasión.
Bautizos – 1774. Matrimonios – 73.
En marzo de 1976 se inaugura la Exposición ¿Quién eres Tú, Jesús de Nazaret?, que culmina el 5 de abril. Los feligreses y una gran parte del pueblo se sintieron conmovidos.
En la clausura, refiriéndose a Jesús de Nazaret expresó Mons. Pedro Meurice- Él nos dice, levanta la frente y mira hacia delante, siempre Él nos dice, tú verás, mayores cosas verás, mayores cosas verás con exposición o sin exposición. Uno las ve por donde menos se lo imagina.
Ordenación- El 12 de abril de 1977 se celebra la segunda ordenación sacerdotal, Carlos Jesús Baladrón Valdés,quien inicia sus labores sacerdotales en ¿?..
Llegan los Hijos de la Caridad, franceses. . Orden fundada por Emilio Anizán (6-1-1853_ 1-5-1928) en 25 de diciembre de 1918.
En Manzanillo entre 1977-1986.
Párroco Andrés Devós. Le acompañan Michell Martín, Enrique Portevín, Juan Pedro Borderón y Rodolfo Sánchez, quien falleció el 29 de septiembre de 1982 en accidente automovilístico
Organizan el Catecumenado, reabren la Capilla Don Bosco y reinician la labor eclesial en el Asilo Padre Acevedo.
De estos sacerdotes obreros, Michell, Enrique y Rodolfo, trabajaron en industrias estatales.
Bautizos – 678. Matrimonios – 18.
Párroco Carlos Jesús Baladrón Valdés, 86-91.
Funda el Grupo de la Tercera Edad y las Urnas de las Misioneras de la Virgen de la Caridad. Inicia las celebraciones para los Fieles Difuntos en el Cementerio.
Bautizos – 2173. Matrimonios – 35..
Párroco Dionisio Guillermo García Ibanez, 91-95.
Funda los Grupos Eclesiales de Barrios.
Bautizos – 2460. Matrimonios – 92.
Llegan en el 91 las Hijas de María Auxiliadora (Salesianas). Orden fundada por Don Bosco (16-8-1815_31-1-1888). Canonizado el 1-4-1934.
María Dominga Mazarello Ibaurs (9-5-1837_20-5-1881). Canonizada el 24-6-1951.
Fundación en 1855. Dedicadas a la Catequesis, enseñanza de artes manuales , medicina verde y otras labores.
Se establecen en la calle Masó entre Sol y Purísima.
El 5 de enero de 1992 se celebra la primera Consagración Episcopal, Carlos Jesús Baladrón Valdés, designado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Habana.
Llegan los Guadalupanos. Párroco Francisco Sanabria Enciso.95-99. Le acompañan Daniel Panduro, José Jaramillo, Oscar Mario, Agustín y David.
El 27 de enero de 1996 se celebra la segunda Consagración Episcopal, Dionisio Guillermo García Ibamez, designado para la nueva Diócesis de Bayamo-Manzanillo.
El 12 de diciembre de 1997 se funda la Capilla Nuestra Senora de Guadalupe. Para est
a ocasión, pero ya desde el 17 de abril, la profesora de Espanol y Literatura, María Gisela Escala Espinosa, compone y musicaliza el Himno a Nuestra Senora de Guadalupe para la Capilla de Barrio de Oro.
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